Dicen que gracias a Internet, y especialmente al fenómeno 2.0 encabezado por las redes sociales y blogs, están cambiando las cosas en la sociedad actual y los cánones de belleza, ya que con la red 2.0 las marcas dejan de mandar y son los consumidores los que comienzan a denunciar lo que no les gusta y a pedir qué es lo que quieren. Además, me imagino que ya habréis oído por ahí y lo habréis hablado con vuestras amigas (o amigos) que los cánones de belleza están empezando a cambiar, y que varias portadas de las mejores revistas femeninas tienen como protagonistas a «mujeres curvy» que las llaman (mujeres curvy es el nuevo término para llamar a las mujeres con curvas de toda la vida). Pero mi pregunta es, ¿realmente este es un paso hacia delante o simplemente es mera publicidad?.
Definitivamente, lo que no es normal es que más del 90% de las revistas tengan de portada a mujeres de 1,70 con una talla 34, porque por mucho que se empeñen eso no es lo normal, y lo que no se puede permitir es que establezcan ese cuerpo como «belleza ideal». ¿Qué pasa con el resto? ¿Qué pasa con las que medimos 1.60 o tallan más de una 38?. Siempre que haya una chica que estando perfectamente sana no se encuentre bien con su aspecto físico es porque no estamos haciendo las cosas del todo bien, porque por mucha publicidad de Dove y muchas portadas de revista con modelos curvy que veamos eso es una simple fachada, una imagen que trata de convencernos de que el mundo ya no es tan frívolo. Que no nos engañen, que no se piensen que nos conformamos con eso, que las firmas empiecen a hacer ropa para mujeres de todo tipo, y que cuando vayamos a comprarnos unos vaqueros no nos sintamos mal porque nos aprietan demasiado o porque nos sobran casi 20 cm de largo.
Algunas marcas low-cost (Mango y H&M) han ido sacando en los últimos años colecciones para las mujeres de «tallas grandes» que consideran a aquellas que usan una talla 42 o superior. La verdad que no lo comprendo, no comprendo como una marca española como es Mango puede considerar una talla grande la 42 cuando está claro que las mujeres españolas tienen curvas. Pero bueno, algo es algo, y no se puede negar que es un avance. Desde el lanzamiento de esta nueva colección de Mango quise seguir algunos blogs redactados por «mujeres curvy» para saber cual su opinión en primera persona, y la verdad, pasó lo que me temía, las clientas potenciales de esta nueva colección siguen sin sentirse cómodas con la ropa de Violeta, ya que las prendas son de corte recto y no realzan sus curvas, en tal caso tratan de disimularlas, además de que «no es ropa bonita sino un montón de prendas básicas que se podría poner mi madre.» (Doublecloth; «¿Por qué nadie escucha a las chicas de tallas grandes?»)
En fin, seguiremos luchando para que las cosas cambien de verdad.